Una paternidad fuera de las normas
Robinson, de Laurent Demoulin, nos presenta una versión de la paternidad, ante todo función de la palabra, con una escritura poética.
El autor, nacido en el seno de una familia de apasionados de la lengua y de la escritura, ha hecho de la enseñanza de la literatura, su trabajo.Es padre de un niño sin recurso a la palabra y que tiene ahora 12 años.Testimonia a lo largo del relato, un relato entrecortado en capítulos cortos, de sus esfuerzos por ser padre de su hijo, por ir a buscarle más allá del muro de silencio atravesado por gritos.
Evoca a sus padres, desaparecidos muy pronto y en el intervalo de algunas semanas, su presencia, sus palabras. Las escansiones de lo escrito son como latidos, ecos de los latidos en los que el niño se pierde. Sin la mediación de la palabra, los cuerpos se chocan, se molestan, se hieren.
En la piscina, aunque no haya podido impedir que Robinson beba el agua en vez de chapotear, mientras lo viste, se acuerda de su padre que en esos mismos momentos le hablaba de Platón y de Sócrates, y también ……de las reacciones de los vecinos de vestuario. Robinson nunca ha articulado más que algunas sílabas, y si se le deja sólo mucho tiempo, su cuerpo expulsa y repande aquello que no ha aprendido a dar a la demanda del Otro.
El cuerpo del padre también juega un papel, con ese curioso cinturón que ha inventado para proteger su espalda de las tracciones violentas impuestas por los imprevistos arranques del niño. También la espalda, con el mordaz despertar de un lumbago cuando hay que meterle en el asiento del carrito del supermercado, donde persiste en llevarlo aunque corra el riesgo de las explosiones de gritos. ¿ Con la esperanza de hacerle partícipe de la “vida normal” de los niños de su edad?.
¿ Es por eso que también cuando puede , le lleva a casa de los amigos, prevenidos y amables?
La tolerancia, la irritacion, a veces la huida, el resto de la familia, sus hijos de una primera relación, su mujer y los hijos de esta, son también evocados con sinceridad y pudor.
- Demoulin, llama esta crónica de la vida de un padre de un niño autista la “salvavidas” , para evitar el ahogo. Sufrimiento y poesía son hermanos. La escritura parece aquí hacerse material que bordea el abismo de una situación donde el imposible de ser padre es llevado a su punto culminante. Testimonia para el lector de su construcción con su hijo fuera de las normas, de su paternidad fuera de las normas, singular.
Traducción : Soledad Gallego
