La ley Basaglia : la historia de un vacío de excepción

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La ley 180 del 13.05.1978, denominada Ley Basaglia, sancionará en Italia el progresivo cierre de los manicomios. Aquí comienza, para muchos, la historia de la psiquiatría italiana y, en el fondo, también su relación con el psicoanálisis. Ambos, sin embargo, aunque hundiendo sus raíces en ámbitos diversos, han preparado y promovido este excepcional evento, punto cero de un camino todavía en acción que propongo subdividir en tres escansiones.

   1): Una conquista del territorio. Desde los años ´80 en adelante sobre la estela de la enseñanza de Basaglia, según el cual al enfermo mental le faltaba sobre todo la dimensión social para romper la marginación a la cual era condenado, los servicios de psiquiatría se territorializaron y se integraron con los socio-sanitarios, descentralizados ya desde hacía tiempo en los distritos de la ciudad. El «Centro de Higiene Mental»*se convierte en el lugar de elección para todo tipo de intervención, comprendiendo los tratamientos hospitalarios voluntarios y obligatorios. Mientras el psicoanálisis «oficial» (IPA y sus afiliados) conquista puestos de poder y se propone como el polo privilegiado para la práctica clínico terapéutica.

   2): De la higiene a la salud mental. La ley reguladora de los psicólogos del ´89, el desarrollo de las escuelas de especialización en psicoterapia, el uso del DSM como instrumento diagnóstico oficial y la extensión de la psiquiatría hasta sectores inexplorados (adolescencia, toxico-dependencia, geriatría, etc.) concurren a la transformación de los CSM Centros de Salud Mental. El servicio psiquiátrico precisamente propietario de la salud mental, se convierte así en el punto de referencia ciudadano donde canalizar todas las demandas de curación. El psicoanálisis es lentamente expulsado y el discurso científico da lugar al imperio de la técnica cognitivo conductual. El debate político cultural se vacía de todo interés a favor de un tecnicismo pret-à-porter.

   3): La mercantilización de la salud. La contemporaneidad ve a sociedad frente a una grave crisis económica internacional, cuyo efecto es una fuerte reducción de los servicios sanitarios. Se vuelve a una forzada centralización y la psiquiatría se orienta en la convergencia para converger sus fuerzas en el área hospitalaria. Los psiquiatras se convierten en bienes escasos (por razones de responsabilidad académica), los CSM no representan más el punto neurálgico y propulsivo de los tratamientos, las Asociaciones privadas y sociales de familiares de los pacientes psiquiátricos que habían sido los nuevos actores e interlocutores en este ámbito que se queda ahora vacío. Cuales son las nuevas tareas a las que se convoca el psicoanálisis hoy? No se trata de proceder, como recuerda Lacan «a través de un retorno al sentido de la acción»[1], sino de sostener «la relación de la acción con el deseo que la habita»[2]. Una ética, por lo tanto, que preserve el vacio de saber y atienda al real de una clínica que tiene en el corazón el enigma del cual es trágicamente detentora cada locura humana.

* Nota del Traductor: Los CSM vienen a ser como los Centros de Salud en España.

 

[1]   J. Lacan, Il Seminario, Libro VII,La etica del psicoanálisis, 1959-1960, ed. Einaudi Torino, 2008, p. 362

[2]   J. Lacan, Il Seminario, Libro VII,La etica del psicoanálisis, 1959-1960, ed. Einaudi Torino, 2008, p.362

Traducción : Luciana Fracchia

 

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