Modo de vida contemporáneo
Errante no es el que se deja ver en las aceras, en el metro, en los bancos de las estaciones. También se hace del borramiento de las marcas frente a la multiplicación de las modalidades de goce; el imposible discernimiento entre deseo, voluntad y goce.
Una llamada a la norma acompaña este movimiento como una tentativa de orientación. Las clasificaciones dan como resultado dos categorías de síntomas o repartición de los modos de goce y participan engañando un poco más al sujeto. Escuchar lejos de sí mismo.
Su suscripción a las clasificaciones como referencias, junto al imperativo de goce es el mismo motor de las aplicaciones Grindr y Planetromeo a las cuales nos introduce el texto de Christophe Dubois.
El movimiento americano de reivindicación viril descrito por Fabian Fajnwaks participa de la misma manera en esta llamada a la norma, o incluso a un amo. La reciente elección de Donald Trump es también un símbolo.
En el campo de la parentalidad, estos son los efectos de la inscripción de los avances biotecnológicos en este discurso que Françoise Stark Mornington interroga: a saber la modificación de las modalidades de relación con el niño, de aquí en adelante objeto “portador de una promesa de goce”.
Contra este empuje a la normalización, está pendiente a “fijar cada uno a sus S1”, Marie-Claude Sureau señala, a partir de lo que hace “discorps” [desajuste] en la identidad sexual, allí la posición del psicoanálisis. Esta posición que se sostiene en la singularidad de cada sujeto y sostiene la emergencia de “respuestas inéditas”, es también lo que hace resonar la película Mánchester frente al mar de la cual Pascale Simonet se hace eco.
Este My Way barre en cierto modo la forma de vida, en una suerte de modo de vida contemporáneo, de la cual la llamada a la norma es una de las formas de errancia.
Traducción : Norma Lafuente
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