Canción dulce : en busca de un refugio

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¿“Entiende usted, Señor, entiende lo que significa cuando no se tiene a dónde ir? […] Porque es preciso que el hombre pueda ir a algún sitio.”(1)

Canción dulce de Leïla Slimani (2), Premio Goncourt 2016, lleva al lector por los meandros de un sujeto a la deriva. Las primeras páginas no dejan duda ninguna en cuanto al resultado trágico de la novela: Louise mata à Mila y a Adam, los niños pequeños de los que ella se ocupa.

Poco a poco, al ritmo de una escritura cautivante y cincelada, Leïla Slimani conduce al lector al misterioso universo de Louise. ¿Qué pasó para que esta mujer aparentemente sin historia llegue a degollar esos dos niños?.

Una historia, Louise tiene sin embargo una. Ese tipo de historia más bien dramática que se pega a la piel falta de un anclaje necesario en la existencia. Con su pelo recogido y su cuello Babero, vacía de emociones, ésta mujer parece salida de un espacio-tiempo que no existe. Poco a poco, acapara el hogar de Myriam y Paul, padres jóvenes que contratan ésta niñera de cualidades múltiples dándose la oportunidad de volver a sumirse en sus carreras respectivas y de encontrar una vida de pareja.

L. Slimani muestra muy bien hasta qué punto sobretodo, ellos, no han querido ver las rarezas de Louise , cuando estaban ahí, a flor de piel. Esos pequeños signos se desvelan a lo largo del relato hasta la aparición de un episodio delirante que la asfixia, cuando sus patrones la convocan en torno a facturas no pagadas. El cuerpo de Louise se derrumba, despojado de los atuendos de niñera ejemplar que habían tenido éxito hasta entonces. Ese momento de descompensación, le precipitará en el abismo del que intenta salir atándose a una idea delirante: la de tener otro hijo de la pareja, un niño que la arrimaría todavía por un tiempo a ese refugio del que está previsto dejarlo unos meses más tarde, en cuanto Adam vaya al colegio. Ese delirio será demasiado precario para obstaculizar la salida en escena y la del pasaje al acto asesino.

Mucho más allá del horrible suceso, L. Slimani desvela con fineza y sutilidad los pequeños signos que habían llevado a Louise, años atrás, a buscar refugio en el hospital cuando tuvo un episodio de descompensación. Salió de allí con dos palabras, vacías de sentido : “ melancolía delirante”.

Un diagnóstico y ¡a casa!.

  1. Dostoïevski F. Crimen y castigo, Gallimard, 1950
  2. Slimami L., Dulce canto, Gallimard, 2016

 

Traducción: Soledad Gallego

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